martes, 17 de marzo de 2009

Fernando y Trish

Canto primero: El barón de Quevedo

La puerta se abrió subitamente y me inundó una luz cegadora mientras daba algunos pasos hacia el interior de la habitación.... Rapidamente fui repelido por una atmósfera hostil y legendaria a la vez. No tuve otro remedio que gritarle a sus ocupantes....

!Maldición, huele como si alguien se hubiera sodomizado hasta morir!

Nadie pudo contradecirme


Fin del canto primero



Canto segundo: La muy trágica aventura de Jerónimo el chico.

Madrugada, recuerdo que me acosté sin lavarme los dientes. Me acosan imagenes de mi odontóloga de cabecera diciéndome lo mucho que se me van a pudrir los dientes y lo que es peor.... Lo mucho que me la va a dejar caer con la lana.

Me levanto, camino y entro. No enciendo la luz, para qué? Reconozco perfectamente a tientas mi propio baño.

Tomo el dentrifico, lo coloco en el cepillo y comienzo a tallar. El sabor me obliga a detenerme. Enciendo la luz, escupo..... Lo sé, la crema para hemorroides no se debe poner en la boca.


Fin del canto segundo



Canto tercero: Despertamos y el dinosaurio aún estaba ahí


Trish: Me amas Fernando?

Fernando: Claro que te amo Trish

Trish: Mentiroso, siempre mientes....

Fernando: Te prometo que no lo vuelvo a hacer

Trish: Siempre dices lo mismo

Fernando: Te refieres a lo de las boobs?

Trish: .....

Fernando: No fue mi culpa, me sobraba crema en las manos y tenía que ponerla en algún lado

Trish: Mentiroso

Fernando: Ya olvidalo, mejor bríncale con la feria para el camión

Trish: Fernando, soy parapléjica, no puedo brincar

Fernando: Eso es lo de menos....


Fin del canto tercero

2 comentarios:

Guffo dijo...

Juajuajaujua... Que le brimque la pinche Trish.

Saludos Homero

Simple Poeta+ dijo...

q gustazo q t das la vuelta guffs