"Debes ser un niño ordinario", "Nadie debe saber que eres especial".
Isaac asintió con la cabeza, aún sin saber lo que éstas palabras significaban, el contexto jamás es importante en éstos ridículos casos. Asió su mochila fuertemente entre sus pequeñas manos y se dirigió hacia el aula de clases.
Isaac asintió con la cabeza, aún sin saber lo que éstas palabras significaban, el contexto jamás es importante en éstos ridículos casos. Asió su mochila fuertemente entre sus pequeñas manos y se dirigió hacia el aula de clases.
Tantos niños, tantas personas, tantos mortales tontos. Nadie sabía que Dios había asistido a la escuela ese día.
Su mente pensaba en cosmos, en universos y en historias lejanas de otros tiempos y dimensiones, aunque aún no tenía el talento necesario para poder decifrar tales cosas. Tan sólo en nuestra realidad, y en ningún otro lado, se le conocería como un chiquillo débil que apenas aprendería el abecedario, no como el inmenso e impulsivo ser capaz de reducir toda la existencia a la nada.
Isaac entró al salón y se apropió rápidamente de uno de los rincones del salón, alejado de los demás niños, un comportamiento premeditado ya dentro de su débil raciocinio. Ignoró entonces todo a su alrededor y comenzó a adentrarse en sus pensamientos. Las voces se disolvieron, los sentimientos y emociones se volvieron falsos. Quién lo hubiera imaginado?, ahí en ése incómodo rincón, ese pequeño omnipotente comenzó a hacer aquello que en su momento se esperaría que hiciera por siempre. Comenzó a crear.




2 comentarios:
Maravilloso.
Desde un rincón se empieza, despues viene medio planeta.
thumbs up!!
I loved this piece!
^_^
thnks 4 sharing!
Publicar un comentario